Breaking

miércoles, 1 de marzo de 2017

Santa María de Huerta


Monasterio de Santa María de Huerta. Refectorio.
   "Un monasterio trapense no está hecho para solucionar problemas, sino para alabar a Dios en medio de ellos"

Henri Nouwen ("Diario desde el Monasterio")


Santa María de Huerta es un monasterio de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (O.C.S.O. por su nombre oficial en latín, "Ordo Cisterciensis Strictioris Observantiae") fundado en el siglo XII por el rey Alfonso VII de León y Castilla. Un monasterio de "Monjes Blancos" de la Trapa.

Tengo la suerte de poder pasar unos días en la hospedería del monasterio para desconectar de la vida de locos que llevo, poner en orden las ideas, y darle un poco de sosiego al espíritu.

A pesar de que es invierno y por la noche hiela, la mayoría de los monjes calzan sandalias de cuero, y algunos de ellos ni tan siquiera usan calcetines.

En el monasterio el día se ordena alrededor de la liturgia, y aunque como huesped nadie te obliga a seguirla, cuando estás allí resulta natural unirse a los monjes en la capilla y asistes a los oficios: Vigilias a las 5,00; Laudes y Eucaristía a las 7,15; Tercia a las 9,00; Sexta a las 13,30; Nona a las 15,30; Vísperas a las 18,45; Completas a las 20,45.

¿Qué le impulsa a uno a levantarse de madrugada para empezar el día a las cinco de la mañana escuchando salmos, que en última instancia no son otra cosa que poesía religiosa hebrea escrita hace más de 2.500 años? No es fácil responder, y menos entenderlo, salvo si lo has experimentado...

El resto del tiempo uno se dedica a leer, a reflexionar, y a dar largos paseos por el campo: dos kilómetros por pistas de tierra entre campos de secano hasta las ruinas del siglo X del castillo de Belimbre; seis kilómetros hasta Torrehermosa pasando por la ermita de San Pascual; otros seis hasta Montuega de Soria y su castillo...

En la hospedería está alojada una mujer extranjera de mediama edad. Se llama María y es alemana, aunque vive en Dublín desde hace 20 años. Y resulta que todos los inviernos desde hace diez años Maria vuela desde Dublín a Madrid, luego viaja en tren desde Madrid hasta Arcos de Jalón, y por último toma un taxi desde allí hasta el Santa María de Huerta para pasar unos días de retiro.

En el monasterio la vida diaria que nos atosiga se ve con distancia, pasa a un difuminado segundo plano. El trabajo y las pequeñas miserias que nos carcomen ya no son importantes. Por el contrario, uno no para de pensar en las personas y las cosas que realmente le importan, y por primera vez en mucho tiempo es capaz de mirar a la cara a sus temores y sus heridas, pero también a sus sueños y sus anhelos...

Los monjes se mueven por el monasterio con una cadencia casi musical, y al verles rezar siento que hay muchas formas de vivir cerca de Dios, aun cuando Dios solo sea Uno. Porque "hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo"; porque "así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo —judíos y griegos, esclavos y hombres libres— y todos hemos bebido de un mismo Espíritu."

Y entonces por primera vez en mucho tiempo me siento tranquilo y en paz conmigo mismo, y la frustración y la rabia que me envenenan el alma se calman, y puedo dormir sin que los recuerdos me hagan daño.

En la capilla resuena el Salmo 135, que habla de un Dios poderoso y justiciero, pero terrible en su ira que casi resulta incomprensible:

1 Dad gracias al Señor porque es bueno / porque es eterna su misericordia (...)

4 Sólo él hizo grandes maravillas / porque es eterna su misericordia (...)

6 Él afianzó sobre las aguas la tierra / porque es eterna su misericordia (...)

10 Él hirió a Egipto en sus primogénitos / porque es eterna su misericordia (...)

15 Arrojó en el mar Rojo al Faraón / porque es eterna su misericordia (...)

26 Dad gracias al Dios del cielo / porque es eterna su misericordia. 

Oración, caminatas, arte, lectura, tiempo para escribir, música clásica... Una semana de escapada invernal en el monasterio de Santa María de Huerta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: