Breaking

jueves, 26 de febrero de 2015

Aquí la más principal hazaña es obedecer...





"Rocroi, el_último tercio" de Augusto Ferrer-Dalmau (2011)
"Rocroi, el_último tercio" de Augusto Ferrer-Dalmau (2011)

 
Este ejercito que ves
vago al yelo y al calor,
la república mejor
y más política es
del mundo, en que nadie espere
que ser preferido pueda
por la nobleza que hereda,
sino por la que él adquiere;
porque aquí a la sangre excede
el lugar que uno se hace
y sin mirar cómo nace
se mira cómo procede.

Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad
que el más galán y lucido;
porque aquí a lo que sospecho
no adorna el vestido el pecho,
que el pecho adorna al vestido.

Y así, de modestia llenos,
a los más viejos verás
tratando de ser lo más
y de aparentar lo menos.
Aquí la más principal
hazaña es obedecer
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.

Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la firmeza, la lealtad,
el honor, la bizarría,
el crédito, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia,
fama, honor y vida son
caudal de pobres soldados;
que en buena o mala fortuna
la milicia no es más que una
religión de hombres honrados.


Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) 



De la JORNADA PRIMERA de la Comedia “Para vencer a amor, querer vencerle”

Del libro “Teatro poetico en doze Comedias nueuas, de los mejores ingenios de España: SEPTIMA PARTE” (publicado en Madrid, el año 1654)


Postdata: Descubrí este texto en octubre de 1987, en el Palacio de Polentinos, entonces sede de la Academia de Intendencia, en Ávila (España). Y de nuevo el poema apareció en mi vida 27 años después, en febrero de 2010, en las paredes de un viejo cuartel español en Tifariti (Sáhara Occidental).


5 comentarios:

  1. El poema es muy bonito. No lo conocía. ¡Gracias!

    No me puedo retrotraer a cómo eran las milicias en pleno siglo XVII, pero yo, para mi desgracia, tuve que hacer el servicio militar y no recuerdo nada parecido.

    Lo que sí recuerdo es que en el pabellón donde yo dormía teníamos una serie de máximas enmarcadas y colgadas entre catre y catre. En la que estaba justo al lado de mi cama decía: “El soldado no piensa, sólo obedece”. Aquello me sublevaba. Me irritaba. Me cabreaba. Debo reconocer que, en efecto, para mí, aceptar esa idea hubiera supuesto toda una hazaña.

    Digo bien: “hubiera”.

    Pero no fue así y, desgraciadamente, eso me supuso un buen número de arrestos y castigos que hicieron que aquellos quince meses me parecieran quince siglos.

    ResponderEliminar

  2. La mili es (en realidad fue... joder qué viejos somos) algo sobre lo que la opinión de cada cual es distinta, pero siempre acertada, porque es personal y responde a cómo la vivió cada uno.

    En cualquier caso, la razón por la que he colgado este poema no es la mili (1), sino quién lo escribió y cómo eran las cosas en la España de la época (desgraciadamente bastante parecidas a cómo son hoy en día…).

    Un abrazo,

    CRG

    (1) Nota para los no españoles y los jóvenes: “la mili” es la forma coloquial de denominar en España al servicio militar obligatorio que hasta el año 2001 todo ciudadano varón tenía que realizar.

    ResponderEliminar
  3. Pues a mi este poema me recuerda mucho la última escena de "Alatriste" cuando, al final de la batalla de Rocroi, el enviado del Duque de Enghien esta negociando la rendición de los españoles. El gallardo gabacho alaba la gallardía de los españoles y les ofrece una honrosa salida del campo de batalla conservando las banderas, cosa que antiguamente era todo un honor y se hacia de manera muy excepcional. Y estas que van el grupo de españoles y le contestan que "verdes las habían segado" que ellos son tercio español. Con dos cojones. Y creo no equivocarme al decir que la imagen que ilustra la entrada es una pintura de esa batalla.

    Un saludo.

    David Caridad García

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí señor, el cuadro representa precisamente la batalla de Rocroi ☺

      Eliminar
  4. Creo que todas esas cualidades el señor Calderón las define muy bien..
    Y también creo que el servicio militar aparte de ser una vivencia personal más o menos afortunada, era algo bastante adecuado para formar a nuestros jóvenes; y contribuía de alguna forma a expandir esos valores por nuestra tierra. Aparte de esto, se puede matizar muchas cosas sobre si a la hora de entrar en combate de de hacerlo tropas profesionales y reservar a las de "remplazo"...
    A parte de todo esto, habría que abrir otros debates, como a que se quiere dedicar la sociedad española, y a partir de ahí crear las condiciones necesarias para ser una sociedad exportadora de soldados o ser una sociedad donde la cultura del trabajo tenga un valor superior como forma de cultura; me temo que con 40 y pocos millones una cosa intermedia no sirva ....

    ResponderEliminar

Comentarios: