(…)
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
(…)
Extraído del poema “Elegía a Ramón Sijé”, de 👉 Miguel Hernández (1910 – 1942)
Hay veces en las que mantener un recuerdo eternamente vivo y presente constituye la última y definitiva expresión de amor y de expiación que la vida nos tolera. Aunque nadie lo entienda, y aunque el precio a pagar sea ir muriendo un poco cada día. Semper fidelis…
Nota: Imagen tomada con una SONY DSC-RX100M2, 37.1 mm, f/4.9, 1/320 s, ISO100.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios: