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miércoles, 13 de mayo de 2015

Diario de un español golpeado por la crisis



El Lazarillo de Tormes (1554)
Como a veces es difícil expresar con palabras lo que los españoles estamos viviendo debido a la crisis y a la corrupción política que sufre el país, aquí va la conversación que dos amigos tuvieron hace unos días cuando se encontraron en la calle después de un tiempo sin verse, que probablemente ayudará a más de uno a entender cómo son realmente las cosas:



A: Killo. ¿Estás currando?

X: Que va tío. Estos políticos sinvergüenzas tienen la culpa de todo. Nos tienen en la miseria.

A: ¿Y cómo lo llevas?

X: Pues mal, estoy cobrando la ayuda familiar.

A: ¿La ayuda familiar? ¡Vaya miseria! Así no se puede vivir...

X: Pues sí tío. Y gracias que hago unos trabajillos en negro y tengo algo más de ingresos.


A: ¡Hostias! Pues yo necesito reformar mi cuarto de baño. ¿Tú podrías?


X: Sin problemas. Además, te Cobraré muy barato. Sin facturas y sin IVA. Solo tienes que pagarme al contado.
 
A: De lujo. Pues iré a pedir el permiso de obra al Ayuntamiento.

X: Ni se te ocurra. Yo trabajo en negro. Además, ¿quién se va a enterar? Yo la reforma te la hago en un par de días. Cuando te denuncien ya habré terminado.


A: ah. Pues muy buen. ¿Podrías empezar esta semana?

X: Ufff... Imposible. Me voy de viaje con los niños a Disneyland París. Regalo de comunión. La próxima semana sin problemas.

A: Ah vale. ¿Te viene bien de tarde?

X: Por la tarde fatal. Los niños salen del colegio a las 17:00 y tengo que recogerlos para llevarlos al fútbol.

A: ¿salen del colegio a las 17:00?

X: Si. Como tengo pocos ingresos la Junta me subvenciona el comedor y las actividades extraescolares.

A: ¡Joder, qué bien! Por cierto, ¿furgoneta nueva?

X: si tío. Tiene una semana. La utilizo para los trabajitos en negro.

A: Ya. ¿Y cómo la has financiado?

X: La pagué al contado. Yo no puedo financiarla con mis ingresos. La puse a nombre de mi padre que tiene una minusvalía y me hicieron un gran descuento. Y como es minusválido no pago el impuesto de circulación.

A: Vaya. Qué chollo... Por cierto. ¿Y qué haces por aquí. ¿Tú no vives al otro lado de la ciudad?

X: Sí, pero tengo a la peque en esta Guardería. Nos gustaba mucho más. Tienen más actividades y ésta es mejor zona.

A: ¿Y cómo has conseguido que entre en esta guardería?

X: Pues es que mis suegros viven en esta calle y mi mujer está empadronada con ellos. Gracias a eso nos dieron muchos puntos.

A: ¿Tu mujer está empadronada con ellos? Pero vosotros estáis viviendo juntos, ¿no?

X: Si tío. Pero como no estamos casados nos venía bien para que mi mujer cobrara una ayuda de madre soltera y, de paso, para los puntos de la guardería.

A: Vaya. Pues menos mal que tu mujer tiene esa ayuda. Si no, no sé como podríais llegar a fin de mes.

X: Pues si tío. Y encima ahora se le acaba el PER.

A: ¿Ella está cobrando el PER? ¿Ha trabajado en el campo?

X: ¡Qué va! Ella no tiene ni idea de trabajar en el campo. Lo que pasa es que tenemos un conocido que tiene una finca rústica, y, como sabe que estamos en paro y tenemos tres niños, nos hizo el favor y le firmó a mi mujer un contrato de seis meses. Solo tuvimos que pagarle la seguridad social y un regalito que le hicimos. De esa forma a mi mujer le correspondía un año de PER.

A: ¡Vaya suerte! Venga, te invito a una cerveza.

X: Que va. Me voy corriendo. Voy al cine con la familia.

A: ¿Al cine? Pero hoy no es el día del espectador. Te va a salir caro.

X: ¡Qué va! Con el carnet de familia numerosa y el de minusvalía de mi padre (tapándole con el dedo la foto) me cuesta tirado de precio las entradas. Nosotros venimos casi todas las semanas.

A: ¡Qué bien! Por cierto. Me acabo de acordar de que mi cuñado ha montado una empresa de construcción. Si quieres puedo hablar con él y que te consiga un contrato de seis meses. No es mucho, pero al menos metes la cabeza en la empresa. ¿Y quién sabe? A lo mejor te acaba haciendo un contrato indefinido. Tú eres un currante muy bueno.

X: Ufff... Qué va tío... Por seis meses no me merece la pena. Además, perdería el derecho a las ayudas. Te lo agradezco pero no me arriesgo.

A: Bueno. Sin problemas. Era mirando por ti... Por cierto, Mira lo que está saliendo en la tele. ¡Otro caso de corrupción política!

X: ¡Qué asco! ¡Si es que estos políticos son unos corruptos y sinvergüenzas! ¡Se aprovechan de nosotros y tienen al país en la ruina! ¡Aprovechan cualquier resquicio para sacarnos el dinero y estafarnos! ¡Deberían de estar todos en la cárcel!

(Anónimo difundido por la red que recientemente me envió mi primo y buen amigo David)  

1 comentario:

  1. Muy esclarecedor el relato. Pero seguramente, a muchos de tus lectores, les parecerá exagerado y fuera de contexto, pero un servidor, que es funcionario y trabaja en el Servicio de Atención al Ciudadano de un Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid, puedo dar fe, que estos "trapicheos" están a la orden del día.

    Solo me gustaría añadir que esta España nuestra es el país del Lazarillo de Tormes, del Buscón y de Rinconete y Cortadillo.... Por eso, cuando nos quejamos de nuestros políticos, y con razón, yo siempre comento que ellos solo son un reflejo de lo que somos como sociedad.

    Un saludo.

    David Caridad.

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