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domingo, 27 de mayo de 2018

Una nueva etapa de este blog




   Han pasado casi 4 años y medio, 165 posts, y alrededor de 34.000 visitas desde que este blog nació allá por enero de 2014.

Hasta ahora Un elefante curioso ha sido una oportunidad para expresar ideas, reflexiones, puntos de vista e imágenes, y un medio para hacer todo esto tratando de llegar al mayor número de gente posible.

La experiencia ha resultado muy gratificante, y por ello mi intención es seguir escribiendo aquí mientras me queden cosas que contar, sobre las que opinar, y que compartir.

Sin embargo, desde el 25 de mayo de 2018, día en el que entró en vigor la nueva regulación sobre protección de datos personales en Europa, el Reglamento General de Protección de Datos (conocido por su acrónimo en inglés como GDPR), las cosas se han puesto difíciles para los blogs particulares como éste.

Porque el legislador comunitario, haciendo gala de su proverbial visión burocrática e intervencionista de la vida, ha puesto en marcha una norma jurídica que, bajo la declarada intención de proteger los datos personales de los particulares y evitar abusos contra la privacidad de los mismos, en realidad ha creado un corsé cargado de rigideces y con un enfoque esencialmente sancionador y recaudatorio.

Y es que la normativa GDPR pone en marcha un nuevo marco regulatorio pensado por y para las grandes corporaciones, que a buen seguro sabrán adaptarse a la nueva situación para seguir haciendo, como hasta ahora, negocio con los datos personales de los ciudadanos, pero que al mismo tiempo genera una normativa excesiva e insufrible para las pequeñas empresas, los autónomos y los particulares.

El GDPR tiene la rara habilidad de crear a golpe de regulación un lucrativo mercado para toda suerte de consultores, expertos, gurús y demás mercachifles empresariales, y dar lugar al establecimiento de posiciones artificiales en las organizaciones; y a la vez imponer un cúmulo de obligaciones y constricciones a todo aquel que quiera moverse por el mundo digital; y todo ello imponiendo a las pequeñas empresas, los autónomos y los particulares unas obligaciones inasumibles bajo la amenaza de unas sanciones absurdas y desproporcionadas.

Y como resultado de todo esto, como uno publica un blog para formular ideas, compartir opiniones y contar cosas, pero no para pasarse el día preocupado por la normativa de protección de datos, me veo en la obligación de introducir algunos cambios en el funcionamiento de este blog.

Así, en lo sucesivo, como el mantener datos personales de lectores en el blog requeriría un enorme trabajo burocrático que ni puedo ni quiero asumir (política de seguridad, registro de usuarios, mecanismos de anonimización, etc., etc., etc.) me veo obligado a suprimir la posibilidad de suscribirse para recibir de forma automática las publicaciones de este blog, y las suscripciones existentes dejarán de funcionar. Por ello, a partir de ahora los interesados en seguir el blog tendréis que estar vosotros mismos al tanto de las novedades que se produzcan, o bien seguirlas en mis cuentas en las redes sociales. Y, por último, a partir de ahora tendré que deshabilitar la posibilidad de publicar comentarios a los posts, porque necesariamente exigen el registro de los datos de quien los realiza.

Agradezco por anticipado vuestra comprensión, y confío en que a pesar de estos cambios continuéis siguiendo a Un elefante curioso.