Fiódor Dostoyevski, por Vasili Perov (Galería Tretiakov, Moscú)
"El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras llega a no saber lo que hay de verdad en él ni en torno a él, o sea que pierde el respeto a sí mismo y a los demás.
Al no respetar a nadie deja de querer, y para distraer el tedio que produce la falta de cariño y ocuparse en algo se entrega a las pasiones y a los placeres más bajos.
Llega a la bestialidad en sus vicios.
Y todo ello procede de mentirse continuadamente a sí mismo y a los demás.
El que se miente a sí mismo puede ser víctima de sus propias ofensas.
A veces se experimenta un placer en autoofenderse, ¿verdad? Un hombre sabe que nadie le ha ofendido, sino que la ofensa es obra de su imaginación, que se ha aferrado a una palabra sin importancia y ha hecho una montaña de un montículo; sabe que es él mismo el que se ofende y que experimenta en ello una gran satisfacción, y por esta causa llega al verdadero odio…”
("Los hermanos Karamázov", novela del escritor ruso Fiódor Mijáilovich Dostoyevski; Primera Parte, Libro II, Capítulo II)
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