Breaking

domingo, 1 de octubre de 2023

Limpieza étnica en Nagorno Karabaj

 



A finales del mes de septiembre de 2023 el mundo ha asistido atónito al éxodo de decenas de miles de ciudadanos de etnia armenia escapando de Nagorno Karabaj tras la conquista del enclave por parte del ejército de Azerbaiyán.

La imagen en los medios de comunicación de las interminables filas de vehículos particulares discurriendo por el Corredor de Lachín, la vía de comunicación entre Nagorno Karabaj y Armenia atravesando el oeste de Azerbaiyán, camino de Goris, la ciudad fronteriza armenia en la que el gobierno de Ereván ha ubicado la logística para la recepción de los refugiados karabajíes que llegan cargados con lo poco que han podido salvar de la destrucción de su tierra, sus casas y sus raíces, y con lo que les queda de toda su vida, encoge el corazón de los ciudadanos europeos que, sin embargo, no acaban de entender muy bien el trasfondo de lo que está ocurriendo en realidad estos días en Transcaucasia, donde Nagorno Karabaj se ubica.

La mayoría de los periodistas que hablan de esta crisis la presentan como el éxodo de gran parte de los 120.000 habitantes de lo que denominan “la república separatista de Nagorno Karabaj” tras la reconquista del territorio por parte del ejército azerbaiyano, pero con esa descripción generan la falsa impresión de que los karabajíes son algo así como unos ciudadanos azerbaiyanos desleales con el gobierno de Bakú, y de esta manera se ocultan a la ciudadanía las claves que explican la realidad histórica de este conflicto y la dimensión del drama humano y la injusticia geopolítica que están sufriendo los armenios de Nagorno Karabaj.

Nagorno Karabaj es una región montañosa ubicada dentro de las fronteras atribuidas a Azerbaiyán tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991 pero que históricamente siempre ha estado mayoritariamente poblada por habitantes de etnia, lengua y cultura armenias y de religión cristiana, rasgos todos estos que comparten con los habitantes de la vecina república de Armenia.

En la antigüedad el Alto Karabaj se denominaba Artsaj (en armenio “Արցախ”), término éste aún hoy utilizado, sobre todo en Armenia y en la diáspora de armenios por el mundo, para referirse a este territorio, que constituyó la décima provincia del reino de Armenia entre los siglos cuarto a. C. y primero d. C.

En la época contemporánea el conflicto del Alto Karabaj resurge tras la victoria de la Revolución Soviética, cuando en 1921 Lenin toma arbitrariamente, y por motivos meramente geográficos, la decisión de integrar el territorio karabají en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán como un oblast autónomo denominado “Región Autónoma de Nagorno-Karabaj - NKAO”, en vez de respetar su condición de enclave armenio dentro del territorio azerbaiyano.

La decisión de Moscú en 1921 fue rechazada por la población armenia, pero dado que tanto Armenia como Azerbaiyán y el propio Nagorno Karabaj formaban parte de la URSS la cuestión quedó aparcada durante décadas.

Pero a partir de 1988, cuando el final de la URSS estaba ya próximo, el conflicto por Nagorno Karabaj se reactivó en el momento en el que Azerbaiyán aspiró a ejercer su teórica soberanía sobre Nagorno Karabaj y los habitantes del enclave se opusieron a esta pretensión con la ayuda del ejército de Armenia, lo que derivó en un enfrentamiento armado entre 1988 y 1994 en el que los armenios resultaron victoriosos, y que finalizó con un alto el fuego firmado por los gobiernos de Armenia y de Azerbaiyan con Rusia como garante, tras el cual los karajíes pudieron constituir la república de Artsaj en el territorio del Alto Karabaj con capital en Stepanakert.

A pesar de la firma del alto el fuego de 1994, tras el final de las hostilidades el irredentismo azerbaiyano siguió aspirando a la absorción de Nagorno Karabaj, la expulsión de sus habitantes armenios y su reemplazo por población azerí, y cuando la situación económica del país empezó a mejorar gracias a la explotación de sus enormes yacimientos de petróleo y gas, el entonces presidente del país Heydar Alíyev embarcó a la nación en un ambicioso programa de rearme y modernización de su ejército.

Heydar Alíyev, considerado el padre de la moderna república de Azerbaiyán, fue un político que inició su actividad pública en los tiempos de la URSS como miembro del KGB, en 1969 fue nombrado por Leónidas Brézhnev Primer Secretario del Comité Central del PCUS azerí, entre 1969 y 1982 fue también el líder de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, y en 1982 fue promovido por Yuri Andrópov al cargo de miembro del Politburó del PCUS. Sin embargo, a partir de 1990, en el contexto del proceso de desintegración de la URSS, Heydar Alíyev dio un giro radical a su carrera política y abrazó las tesis independentistas azeríes, lo que le llevó a convertirse en el líder máximo y el autócrata de la naciente república independiente de Azerbaiyán, que presidió desde 1993 y hasta su fallecimiento en 2003.

Tras su muerte, a Heyder Alíyev le sucedió su hijo İlham Alíyev, quien lleva veinte años al frente del país de manera ininterrumpida desde que se hizo con la presidencia en 2003, y durante su mandato ha proseguido con la carrera armamentística iniciada por su padre gracias a las divisas de las exportaciones de hidrocarburos del país.

Durante las dos décadas de su gobierno autocrático de Azerbaiyán, Ilham Alíyev ha contado con el apoyo de la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, país con el que Azerbaiyán comparte tanto raíces culturales como una profunda animadversión contra el pueblo armenio (baste recordar el genocidio de más de 1 millón de armenios perpetrado por los turcos en 1915), y que actualmente se ha convertido en su principal proveedor de armamento de última generación de Bakú gracias a su condición de miembro de la OTAN.

Por otro lado, desde que se inició la guerra de Ucrania en 2022 la posición política y económica de Azerbaiyán se ha visto muy reforzada al convertirse en uno de los proveedores preferentes de gas de la Unión Europea en sustitución de la Rusia de Putin. Así, en 2022 las exportaciones de gas azerí a Europa superaron los 10.000 millones de metros cúbicos, y en 2023 se espera que crezcan un 20% hasta alcanzar los 12.000 millones de metros cúbicos, que llegan a la UE a través de un gasoducto que atraviesa Turquía y Grecia, lo que ha convertido a los azeríes en el primer suministrador gasístico de Europa por conducción fija terrestre.

Quizá las circunstancias expuestas pueden ayudar a poner en contexto por qué en 2023 estamos asistiendo a la destrucción de la república del Alto Karabaj por parte del ejército de Azerbaiyán a las órdenes de un autócrata como el presidente azerí Ilham Alíyev al frente de una dinastía republicana que en ciertos aspectos recuerda a la Corea de Kim Jong-un, y ello gracias a las armas vendidas por Turquía y pagadas con el dinero de la exportación de hidrocarburos a Europa, y con el silencio cómplice de la UE, que no quiere incomodar a un proveedor preferente de gas. Y de esta manera podremos entender mejor por qué se está produciendo una limpieza étnica en Nagorno Karabaj y qué lleva a de decenas de miles de ciudadanos de etnia armenia a escapar de Artsaj por la carretera que va hasta Goris, en Armenia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: