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viernes, 27 de octubre de 2017

El artículo 155 de la Constitución Española



Constitución española de 1978


Título VIII. De la Organización Territorial del Estado


Capítulo tercero. De las Comunidades Autónomas


Artículo 155

1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.

2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.


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En este otoño de 2017 a los secesionistas catalanes se les ha desmontado por fin el disfraz de pacifistas democráticos, y la comunidad internacional ha descubierto que en realidad no son otra cosa que un atajo de totalitarios que propugnan un nacionalismo tribal y excluyente y una limpieza étnico-cultural en toda regla, como ya pasó en Alemania en los años 30, en la Rusia Soviética en los años 40 y 50, o en los Balcanes en los años 90 del siglo XX.

Semejante grado de sectarismo solo se había vivido en España en época contemporánea en los años 80 del siglo pasado, cuando las cosas en el País Vasco estaban en su peor momento, ETA y la violencia social de sus cómplices abertzales alcanzaban su apogeo, y tuvimos que sufrir años con 100 asesinados víctimas del terrorismo y miles de exiliados vascos huyendo al resto de España. Porque si hubiera que resumir en una frase el fenómeno al que estamos asistiendo es que se trata de la absoluta batasunización de Cataluña.

La pregunta ahora es qué hacer cuando pase la tormenta y se frustre el proceso de secesión. Porque esto no se arregla solo con parar el golpe.

Y la respuesta es que hay que desmontar piedra a piedra la construcción secesionista en Cataluña, pero también en el País Vasco y Navarra, de los últimos 40 años, y eso pasa por una reforma constitucional en la que la educación y el orden público pasen a incluirse en el artículo 149 de la Constitución Española como competencias exclusivas e intransferibles del Estado Central, y por la que se dote al Estado de instrumentos ágiles y contundentes para acabar con la deslealtad de las administraciones local y autonómica contra la Nación en cuanto ésta se produzca.

De todas formas, y aunque sea de manera colateral, este proceso también está teniendo alguna consecuencia positiva. Porque el golpe de estado de los secesionistas catalanes está sirviendo para desenmascarar definitivamente a los paniaguados que llevan años escondiéndose tras una supuesta neutralidad equidistante a medio camino entre los que quieren trocear España y aquellos que la defienden.

Y es que algunos, con tal de salvar sus opciones electorales en Comunidades Autónomas afectadas por tensiones centrífugas, han estado dispuestos a todo, incluso a pastelear con el secesionismo, hasta el extremo aceptar que la Constitución se convirtiera en una norma vacía de contenido y operatividad, que la soberanía nacional se diluyera (hay quien llegó a decir que "la Nación es un concepto discutido y discutible…"), y que algunas autonomías se constituyeran de facto en algo así como estados libres asociados tan solo unidos al Estado por la política exterior y la defensa, queriendo hacer de España una entidad fallida vacía de contenido al estilo de lo que fue el Imperio Austrohúngaro o de lo que hoy día es Bélgica.

Por todo ello, la etapa política que se abre en España con la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña no es un problema ni una tragedia, sino todo lo contrario: es una oportunidad, quizá la última, para revertir 40 años de desguace del Estado y empezar a construir una nueva España fuerte y sin complejos.


3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con casi todo lo que dices Carlos. ¡Con casi todo!

    Pero elegir un ejemplar la primera edición de la Constitución como imagen del post me parece una provocación innecesaria, que le da argumentos a quienes confunden a los que defendemos a España como nación con los partidarios del Régimen Franquista. Yo soy de los primeros, pero, sin ninguna duda, no soy de los segundos.

    Un abrazo.

    Manolo.

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  2. Hola Manolo,

    Muchas gracias por tu comentario.

    Al respecto, déjame hacer algunas matizaciones:

    - la imagen que aparece en el post efectivamente corresponde al primer ejemplar de la vigente Constitución de 1978.

    - por ello, el escudo que aparece es el que entonces era oficial en España.

    - las imágenes que circulan de ese libro con el escudo oficial actual son montajes y constituyen una falsificación histórica.

    - El escudo con el águila de San Juan, que es cierto que fue establecido por el bando sublevado en la Guerra Civil, fue sin embargo oficial en España tanto en dictadura como en democracia, concretamente hasta 1981, 6 años después de la muerte de Franco.

    Un abrazo,

    Carlos

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    1. Tienes razón, Carlos. Ese escudo fue oficial hasta 1981. Pero no lo es desde entonces. Además, ese cambio de escudo no fue acto caprichoso, sino que se debió al intento de olvidar un símbolo intensamente utilizado durante la dictadura franquista.

      Creo que, todavía hoy, poca gente duda a la hora de identificar ese detestable escudo. Me molesta mucho que en las manifestaciones por la unidad de España se utilicen banderas pre-constitucionales . . . y también me molesta que se canté el "Viva España".

      Las banderas franquistas me molestan por lo que representan . . . el "viva España" me molesta . . . ¡por la caspa!

      Sé que esa imagen no es un montaje, pero me parece desafortunado utilizarla, porque en ella se mezcla una constitución con la que me siento muy identificado y un símbolo que detesto y, dado que muchos ignorantes hablan del “Régimen del 78”, me parece erróneo darles argumentos.

      Un abrazo,

      Manolo

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Comentarios: