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miércoles, 26 de junio de 2019

El pitorreo de las Elecciones Europeas




Esta mañana, echando un vistazo a la edición digital de EL PAÍS me encuentro con la siguiente noticia:






Confieso que cuando he leído el texto mi primera sensación ha sido de incredulidad. Sin embargo, como no estamos en el Día de los Inocentes he tenido que concluir en que aquello iba en serio, y por tanto he descartado que se tratara de una broma. Entonces mi incredulidad se ha ido transformando en pasmo, el pasmo en estupor, y por último el estupor en puro y simple cabreo al llegar a la convicción de que aquello era un acto de pitorreo por parte del PSOE, de su líder Pedro Sánchez y, probablemente también del propio interesado el señor Borrell. Y voy a explicar por qué:
  • El pasado 26 de mayo de 2019 el PSOE, liderado por Pedro Sánchez, concurrió a las Elecciones Europeas, pero sorprendentemente lo hizo escondiéndose tras la figura de Josep Borrell como cabeza de lista, y además con poco protagonismo del Secretario General en la campaña electoral. Y esto solo se puede explicar como fruto de una estrategia calculada mediante la cual se buscaba aprovecharse del prestigio y la popularidad del político catalán en el conjunto del electorado, y seducir así a los votantes progresistas que, aunque definiéndose como de izquierdas, también se sienten profundamente españoles, y que por ello no comulgan con los devaneos de Pedro Sánchez y la actual dirección del PSOE con el populismo y los separatismos catalán y vasco, y que acaso por esta razón se abrían resistido a votar socialista en las Elecciones Europeas de no mediar la atracción por una figura emblemática, nítidamente europeísta pero a la vez con un profundo sentido de Estado como la de Josep Borrell. Y parece que la operación fue un éxito, ya que el PSOE obtuvo unos más que aceptables resultados electorales, conquistando el 30% de los votos que le colocaron en la posición de partido más votado en las Elecciones Europeas de 2019 en nuestro país.
  • Sin embargo, hoy 26 de junio de 2019, justo un mes después de haberse celebrado las Elecciones Europeas, y transcurridos tan solo unos días desde su toma de posesión del escaño, va Josep Borrell y nos sorprende a todos con el anuncio de que renuncia a su acta de diputado en el Parlamento Europeo para continuar como Ministro de Asuntos Exteriores del gobierno en funciones de Pedro Sánchez.

Y yo me pregunto: ¿Es todo esto fruto de la casualidad? ¿Es el resultado de circunstancias sobrevenidas? ¿O acaso estamos ante una maniobra electoral perfectamente orquestada?

He de reconocer que uno es ya perro viejo, y tiende por ello a desconfiar, pero la verdad es que la cosa así a priori no huele demasiado bien.

Por ello, si bien de Pedro Sánchez no espero ya nada, porque reconozco que para mí hace tiempo que no tiene la más mínima credibilidad, al menos de Josep Borrell sí espero que se explique ante la opinión pública, y que lo haga de manera clara e indubitada.

Porque, digámoslo claramente, toda esta historia parece lisa y llanamente una mascarada sin más objetivo que embaucar a los votantes. y aunque el que suscribe no votó el 26 de mayo (Sí, lo confieso...) a la candidatura encabezada por Josep Borrell, me parece feo que el PSOE, Pedro Sánchez y el propio Borrell se puedan haber pitorreado del 30% de mis conciudadanos.

Y es que "pitorrearse" quiere decir, según el Diccionario de la Real Academia Española, "Guasearse o burlarse de alguien", y hacer eso con los votantes no está ni medio bien, aun cuando el que lo haga sea el mismísimo presidente del gobierno.

Luego dirán que los ciudadanos no nos tomamos en serio la política, y menos todavía las instituciones europeas, y que no las valoramos.

¿Y qué hacen ellos?

Desde luego así ni se dignifica la política, ni se construye Europa, ni desde luego se prestigian sus instituciones...








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