Quizá la principal culpa de la decadencia de España la tuvo nuestra propensión a los favores. Si alguien se presentaba diciendo: "Reclamo lo que es mi derecho; atiéndame usted", el que debía ampararle se notaba ofendido. "¡A mí con exigencias!", pensaba, sin importarle que tuviese razón. En cambio, pocos se resistían a hacer un favor, aunque para ello hubiese que cometer una arbitrariedad repugnante. Puede que esto obedeciese a vanidad. El que asiente a una demanda legítima no hace más que cumplir un deber sencillo, mientras que el que otorga un favor revela tanto más poder cuanto más tuerce las normas.
La cita procede del CAPÍTULO I de "LA NOVELA NÚMERO 13" de Wenceslao Fernández Flórez, obra publicada en 1941.
Wenceslao Fernández Flórez fue un escritor y periodista español del siglo XX que nació en La Coruña el 11 de febrero de 1885 y falleció en Madrid el 29 de abril de 1964. Su obra incluye unas cuarenta novelas y relatos de humor, la mayoría de las cuales fueron escritas en español, aunque también utilizó el gallego en algunos de sus cuentos.
El texto tiene ya 70 años, pero a pesar del tiempo transcurrido sigue estando plenamente vigente, así que es bastante posible que en todos estos años los españoles en realidad no hayamos aprendido casi nada…
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