El amor de padre según Don Quijote

"Los hijos, señor, son pedazos de las entrañas de sus padres, y así, se han de querer, o buenos o malos que sean, como se quieren las almas que nos dan la vida; a los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas y cristianas costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad; y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso; y cuando no se ha de estudiar para pane lucrando, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que le dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinado"

Del Capítulo XVI de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, publicado en 1615.

Para que luego haya por ahí más de un iletrado que frívolamente se permita despreciar a la ligera los conceptos, las ideas y los valores del siglo XVII, el Siglo de Oro Español, por considerarlos arcaicos y trasnochados...