Digo lo que pienso, defiendo mis puntos de vista y vivo como he elegido hacerlo. Porque soy libre y asumo las consecuencias de mis decisiones.
La vida me ha enseñado que uno puede esconderse de los demás durante mucho tiempo, pero muy poco de sí mismo.
Me posiciono, tomo partido y no me escondo.
El precio que pago es que haya gente que me decepcione, que se aleje o que me dé de lado.
A veces casi agradezco que algunos se marchen y salgan de mi vida, porque nunca merecieron demasiado la pena.
Pero otras veces las ausencias se clavan en el alma y no dejan de sangrar, porque ya me ocupo yo de que sigan así, por si algún día se pudieran curar. Y es que si esas heridas sólo dejaran de doler querría decir que las ausencias que las produjeron dejaron de ser importantes, o en realidad nunca lo fueron. Y entonces nada habría tenido sentido.
Voy volando solo…
Detalles técnicos de la fotografía: cámara SONY DSC-RX100M2, 33,56 mm, f/4.5, 1/2000 s, ISO100. Imagen tomada el 05/julio/2024.
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