Breaking

domingo, 5 de enero de 2014

Por qué empiezo a escribir

Hace algún tiempo un buen amigo, mientras paseábamos por el casco antiguo de Santiago de Compostela un día de finales de verano, saltando de conversación en conversación, me hizo una pregunta sobre Economía.

Quien me conoce bien sabe que me encanta hablar y que, las más de las veces, termino teorizando sobre esto y aquello, probablemente con más vanidad que buen juicio, pontificando temerariamente sobre casi cualquier asunto que se me ponga por delante.


Convento de Santa Clara (Santiago de Compostela)
Aquel día compostelano me tomé mi tiempo, mucho, en contestar a la pregunta y, sorprendentemente, mi amigo no solo escuchó mi discurso con paciencia franciscana sino que, incluso, juzgó mi respuesta interesante.

Aquello resultó muy gratificante para mi vanidad, pues mi amigo, al que conozco desde hace más de treinta años, es una persona brillante intelectualmente, alguien a quien respeto y admiro, y con quien comparto además valores, una determinada visión del mundo y de la vida, y hasta una vinculación y un compromiso profundos con la causa justa de un pueblo hermano, uno de los más dignos y maltratados del mundo.

Pero además, para mi sorpresa, mi amigo, pasado un rato, me preguntó por qué no escribía cosas como esa que le había contado, por qué no escribía un blog.

En aquel momento rechacé la propuesta de mi amigo aunque me pareció halagadora, porque me parecía difícil que alguien pudiera encontrar interesante lo que yo pueda escribir, sobre todo cuando ya hay tanta gente por el mundo que escribe tanto y tan bien.

Sin embargo, al final del día, de vuelta a Vigo, donde estaba pasando unos días, empecé a sopesar, de manera absolutamente temeraria, si no sería, después de todo, una buena idea seguir aquel consejo, crear un blog, y empezar a escribir cosas para que otros las lean.

Aquellas reflexiones que empezaron entre Santiago de Compostela y Vigo una tarde de verano, para más señas viajando en tren, han culminado en este blog, donde un elefante grande y curioso por todo lo que le rodea intentará de vez en cuando contar mi visión del mundo.

Esperemos, inshallah, que mi amigo no se arrepienta de haberme dado su consejo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: